viernes, 23 de diciembre de 2011

No te cases con ideas

No te cases con lo que es, no lo hagas. No sigas al pie de la letra lo que te han dicho, no pienses que debe ser así, sólo porque sí, sólo porque todos lo hacen, sólo porque muchos lo acatan, lo toman; aplauden.
No repitas los discursos, los que alguno montó con un sinfín de objetivos quién sabe cuántos y quiénes saben para qué carajos. No vivas tu vida intentando ser lo que otro pensó, soñó, escupió o caviló. No busques la veracidad total, no la encontrarás pues no la hay.  Nadie lo sabe todo; todos saben nada, pues entre más sabes menos entiendes y menor es tu capacidad de aglomerar moles de aseveraciones. Quién dijo que se deben hacer tres comidas, después cinco, quién dijo que se debe vestir de cierta forma, quién dijo la forma de amar, quién dijo qué es el amor, quién dijo qué es la democracia, quién dijo cómo vivir, quién dijo que se debe creer en algo, quién dijo que existe Dios, quién. No vivas tu vida con dichos populares, armados con la finalidad de hacer la vida más a modo, más aguantable, más socarrona. No digas: “Sí acepto”, no te vistas de blanco, no firmes tu destino como otros tantos haciendo lo que muchos, no seas parte de la manada, tampoco seas pastor, tampoco lobo, sólo sé lo que quieres ser, sé rata, sé gusano rastrero o lo que sea pero no lo que siempre dicen. No busques la pose, ésta tan furcia; no te deja ser, sólo sé. No vivas tu vida según lo impuesto, según la histeria de tu árbol genealógico, si tu abuelo fue algo, tu padre también hizo lo mismo, tu sé lo otro, busca romper con la manías pasadas de tus anteriores, los miedos, los fracasos, las vacilaciones y todas las turbulencias que opacan tu opinión y tu existir. Cierto es que, mucho hay de: “No puedes”, “Eres un fracasado”, “Eres igual que tu padre”, “Todos los hombres son iguales”, “La vida es así y no hay de otra”, “Trabaja, no seas flojo”, “No está a nuestro nivel”, “Lo amo, pero..”, “Te lo digo por tu bien”, “Dios te va a castigar”, “Hasta que la muerte nos separe”, “Ser un caballero”, “El príncipe azul”, “Ser una dama”, "Es mal visto", "Qué va a pensar la gente", “Debes ser exitoso”, “Sigue su ejemplo, sólo así”, “Es lo que hay”, “La virginidad”, “Existe un Dios y un Karma”; toda esa basura tírala por la borda. Que no importe lo que juzguen, sólo no creas en la palabrería, no te cases con ideas burdas de repulsión al otro por ser diferente, por ser negro, por ser blanco, por ser rojo, por ser morado. No generalices, ni todas las mujeres son unas putas, ni todos los hombres son una basura. No tomes el sermón como tu modo de vida; siendo la receta según el salmo tal, el artículo aquél o la línea segunda del párrafo primero. No firmes el contrato final, llevando del brazo las verdades como absolutas, jurándoles fidelidad por el resto de tus días, escuchando el sermón y la ley de las mismas, cantadas por el juez que las creó. No hay certezas incondicionales, no hay consejos saludables, no hay vidas vividas en cabeza ajena, no hay generalizaciones, todo es diferente, todo es único, todo tiene su propio alcance, su motivo. Mejor ignora este escrito, no le creas nada.

J.L. Mejía

2 comentarios:

  1. Esta bien, no te creeré. De hecho, no me dejaron terminar de leerlo, ha llegado mi familia. Te dejo un cálido abrazo y un beso para tu frente, deseo que esta navidad sea llena de alegría para ti y los tuyos.
    Con cariño...* Mujer *

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  2. P.D Leeré tu texto mañana, gracias por escribir!

    =)

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