domingo, 21 de agosto de 2011

Homero, el gorila gris



En el zoológico de la ciudad había muchos animales, pero había uno en particular que era la atracción principal –Homero el gorila gris-. Homero era un gorila que fue encontrado en África, arrebatado de su familia y llevado desde pequeño al zoo de la ciudad. Lo que era llamativo de él, era su color gris y su expresión de tristeza.

Homero era solitario desde pequeño, no existían otros gorilas en el zoo; era el único. Tenía un espacio amplio verde con montañas artificiales pequeñas, árboles artificiales, lago artificial y unas llantas que decían –Pirelli- colgadas de las ramas. Contaba también con una amplia vitrina por donde los paseantes del zoo lo podían observar. El día que llegó estuvo totalmente lleno el lugar; niños y adultos. Todos deseaban ver al pequeño –Homero-, el gorila gris. Homero estaba espantado y confundido al no saber donde se encontraba. Así pasaron los días y la afluencia de gente fue disminuyendo pues Homero no hacía ninguna gracia; sólo era gris y ya. Cuando menos los osos se veían tiernos al dormir, los delfines saltaban por aros, los elefantes jugaban con las pelotas; pero Homero no hacía nada, siempre estaba en un rincón.
Imagen realizada por Jorge Luis Mejía.
Pasaban los días y Homero se sentía triste pues ya casi nadie lo iba a ver, estaba triste y solo pues no conocía a nadie; sólo a la cuidadora que le daba de comer hojas y frutos y de vez en cuando al señor del bigote que limpiaba su espacio. En una ocasión pasaban por ahí unos chicos, los cuales sin importar el reglamento fumaban por el lugar; casualmente Homero se encontraba cerca de la vitrina en esa ocasión. Uno de ellos murmuró –Es el tonto gorila que no hace nada-, otro afirmó –Sí, es sólo una bola de pelo horrible con cara de triste-. Otro de los chicos sacó un cigarrillo y lo aventó al espacio de Homero, le gritó –Toma tonto, para que sepas lo que es bueno-. Así Homero se acercó y observó el objeto extraño, lo tocó pero se quemó y los chicos de burlaron de la situación. Uno de ellos le dijo -¡Oye tonto!, mira como se hace- a lo que mostró como debía hacerlo; siguiente acción Homero tomaba el cigarrillo y daba la primera fumada de su vida. Un grupo de turistas pasaba por el lugar después del suceso anterior, uno de ellos expresaba sorpresa al ver un gorila fumando, todos tomaban fotos; les agradaba la cómica escena, era algo increíble. El suceso había llegado a oídos del director del zoo, el cual pensó de buenas a primeras cómo hacer rentable al gorila que nadie visitaba; le agradaba la idea de un gorila imitando cosas humanas. Dicho lo anterior se dispuso a entrenar a Homero para ver televisión, fumar, beber bebidas dulces y con alcohol, adornadas con pequeñas sombrillas para darle un toque –Coqueto- a la escena, se le puso una camisa con flores y ¡listo!; Homero se sentía por primera vez aceptado, sentía que era admirado y seguido.  Era el animal más visitado, todos esperaban con cámara en mano el momento de las fumadas, de hacer aureolas con el humo del cigarrillo; cada día mejoraba y parecía que lo había hecho durante años. Homero poco a poco se hacía adicto, no jugaba y casi no comía pues su espectáculo era fumar y realizar ademanes humanos, sentía así que tocaba el cielo.
Todo marchaba bien, Homero era popular, sentía el cariño de la gente pasar por la vitrina. La gente le pedía que fumara todo el tiempo, él lo hacía y subía el cariño, fotos, risas, aplausos, y todo. El color del ambiente, era similar al de su pelo. En una ocasión un zoo de otra localidad tuvo que cerrar pues ya no tenían forma de sustentar los gastos, algunos animales fueron enviados a diferentes sitios; dentro de esos animales existía una gorila negra. Fue enviada al zoo de Homero, colocada en el mismo sitio pues no había otro.
La gorila negra se llama –Kiara-; ella adoraba los frutos y hojas verdes, le encantaba correr por espacios amplios, le gustaba jugar y todo eso. Homero al contrario adoraba el cigarrillo, le encantaba ver T.V. todo el día, le gustaba complacer a los espectadores. El primera día juntos, ella le preguntaba por todo lo que él hacía; él sólo afirmaba que esa la forma en que todos le amaban. Kiara no comprendía, pues en el zoo anterior ella no hacía lo mismo. Los administradores del zoo pensaron que sería la oportunidad perfecta para que los gorilas se aparearan y tuvieran gorilas pequeños pero esto no sucedía; pasaban los meses y nada. Homero complacía y Kiara jugaba, observaba, comía, dormía. Los espectadores acudían de todo el mundo sólo para tomar fotos, comprar souvenirs  -Playeras con un gorila fumando-, aplausos y sorpresas. Nadie se fijaba en Kiara, todos se preguntaban -¿Qué hace ella?-, nada. –Aburrido-. Homero y Kiara no se llevaban mal, simplemente no se molestaban uno al otro. Ella hacía lo suyo y él lo suyo. En una ocasión Homero enfermó, tenía secuelas por el cigarrillo y tuvo que ser hospitalizado, pasaron muchos meses sin que Homero estuviera en el sitio; por ende la baja de visitantes, baja en venta de playeras, tazas y llaveros. Poco a poco el sitio del gorila sería el menos visitado. Un día arribó Homero; Kiara estaba feliz y lo recibió con efusividad. Él pensaba en seguir realizando su espectáculo pero decidieron no darle más cigarrillos por lo que ya no tenía su –Gracia-; la gente lo veía y decían –Él era el gorila fumador-, pero ya no impresionaba. En la tienda del zoo se vendían playeras con el elefante rosa, tazas con el oso malabarista, llaveros con el delfín volador; pero nada de gorila. Homero se sentía muy triste pues la gente no lo amaba, él deseaba sentirse amado y admirado. Kiara en ese momento lo abrazó y le dijo que ella lo amaba, él sintió un escalofrío que nunca antes había sentido. Pasó el tiempo, nadie veía a los gorilas pero se sentían felices con sus pequeños gorilas; jugaban, comían, dormían y de vez en cuando soñaban con escapar de ese lugar.

Jorge Mejía

1 comentario:

  1. Jorge hola! por el momento, no tengo comentarios al respecto de tus escritos, pero, aqui te dejo un saludo, en muestra de que sí pasé y pasaré con gusto de nuevo por aqui. Pao... Pamela? insomma mi hai capito chi sono!!!
    Saludos! In bocca al lupo!

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