jueves, 29 de septiembre de 2011

Discurso castrado

Eran tiempos del informe presidencial. El día del presidente donde todos lo alababan, lo vanagloriaban y le tiraban flores imaginarias. Eran mensajes e imágenes de una fotografía absurda y una burla para los que estaban fuera de ese mundo.

El ciudadano presidente de aquel país, tenía una agenda muy dura. Se despertaba, hacía ejercicio, desayunaba mientras escuchaba informes de sus colaboradores cercanos, se vestía para el día, acudía a alguna inauguración, daba algún discursillo por ahí, aplaudían, sonreía, todo iba acorde a lo normal, se reunía con su gabinete, acordaba cosas, discutía otras, iba a otro sitio, daba algún otro discurso y listo, a la cama. Así eran sus días.

Sin embargo, retomando la idea del primer párrafo. Se acercaba el –Día del Presidente- por lo que tenía que darse un discurso único, magnífico, churrigueresco. El presidente se sentaba con su colaborador,  también era su segunda mano, igualmente era su persona de confianza,  y además era su encargado de comunicación e imagen, -Bartolo-. Éste le decía –Señor presidente he tenido unas buenas ideas para el discurso que dará y le he redactado una línea total del mismo que seguro le encantará- emocionado concluía. Mientras el presidente, le decía –Bien, vamos a ver-.

Bartolo comenzaba, bien señor dirá más o menos así: -Ciudadanos de la nación….-, -No, no- decía el presidente. Bartolo pronunciaba –No le parece señor-, A lo que el presidente replicaba –No Bartolo, estamos en tiempos modernos, donde las mujeres ya buscan igualdad y si no se las damos, seguro nos van a criticar, ya sabes las mismas tonterías de siempre-. Mejor ponle: -Ciudadanas y ciudadanos, así suena mejor-. –Perfecto señor- terminaba Bartolo, tachando con su pluma y colocando el nuevo texto. Proseguía: -…. en tiempos en que la inseguridad ha sido tema primordial para nuestro gobierno…-, -No, tampoco Bartolo- negaba el presidente, -No hables primero de la inseguridad, si ves que ya van quién sabe cuántos muertos y todavía le metemos el dedo en la llaga como tema primordial, no para qué te cuento mano-. Mejor ponle: -En tiempos de unión entre ciudadanas y ciudadanos, tiempos memorables para recordar que hace doscientos años nos formamos como nación independiente, haciendo el sueño realidad de los padres de la patria….- finalizaba el presidente, -Muy bien señor, así será- enunciaba Bartolo mientras tachaba y tachaba, anotaba y lo volvía a hacer. Seguía: -….hemos hecho esfuerzos para reducir enfermedades, construyendo cien hospitales, dedicando un total de cien millones de la moneda nacional para la cobertura en salud….-, -Qué le parece señor, le ha gustado- dudaba Barloto. –No, no me gusta-, es mejor: -Hemos logrado aumentar la cobertura de salud en un cien por ciento…-. –Barloto, es importante que manejemos cifras cerradas y altas, la gente así no discutirá eso-. Continuaba así -….de la misma forma que, hemos construido doscientos hospitales, dedicando un total de doscientos millones del presupuesto nacional….-. –Bartolo, aquí también te hago énfasis. Nadie contará los hospitales, hay que poner que hicimos el doble y que además dedicamos más de lo que realmente ha sido, ningún ciudadano se pondrá a verificar si es cierto- terminaba. Bartolo seguía tachando y tachando, ya su pluma había perdido parte importante de tinta y en la hoja ya podía observar las texturas de las tachaduras. –Muy bien señor, sigo leyendo-. -….en materia de educación, hemos logrado becar en lo que va de nuestro gobierno a mil niños y quinientos jóvenes para que éstos, puedan continuar con sus estudios…-. Interrumpía el presidente –Ya sabes, súbele el número- de forma imperativa. –Bien señor- expresaba Bartolo. Proseguía -…de igual forma, la crisis económica mundial ha pegado muy fuerte a nuestra economía, sin embargo los empresarios del país comprometidos con la nación, solamente han recortado un treinta por ciento de la fuerza laboral….-. –No, no eso no- manifestaba el presidente. –No mano, me vas a tirar a todos los empresarios en mi contra, cambia el “nuestra economía” por “la economía”, también ponle que los empresarios del país comprometidos con la nación, han mantenido la mayor parte de los empleos, siendo así un apoyo a la economía familiar- terminaba. Tachaba, al punto que ya parecía un mural, algún artista pensaría que ésta sería una pintura surrealista. –Señor, en este punto pondré el tema de la seguridad- decía Bartolo mientras continuaba el discurso -…. en tiempos en que la inseguridad ha sido tema primordial para nuestro gobierno, hemos logrado desarticular mil bandas del crimen organizado, incautar más de quince mil armas, hemos logrado capturar a varios capos del narcotráfico, importantes cabezas que eran los cerebros de estrategias en contra del gobierno, el número total de muertos en la administración actual entre civiles, militares, mafiosos y todos es de quince mil muertos…-, -¡No! ¡No! ¿Estás loco?- demandaba el presidente en tono molesto. –Lo de los muertos ni muerto lo pondría, además qué es eso de mezclar civiles con mafiosos, no Bartolo cómo se te ocurre-. Coloca lo siguiente: -…. en tiempos en que la inseguridad ha sido tema primordial para nuestro gobierno, hemos logrado desarticular dos mil bandas del crimen organizado, incautar más de veinte mil armas, capturar a la mayor parte de los capos del narcotráfico, quemar más de mil plantíos de marihuana, destrozar más de quinientos laboratorios, romper enlaces de túneles, incautar un submarino, una catapulta y además de mejorar la imagen del país a nivel mundial- Finalizó. Bartolo ya no sentía la muñeca pero igual escribía en forma mecánica. Para finalizar éste decía –Señor, ya para el cierre del discursó dirá lo siguiente-. -…el país saldrá adelante por el legado de sus ancestros, por la fuerza y la valentía de sus mujeres y hombres, su historia, para construir un mejor país, para hacer una patria mejor para nuestros hijos, ¡Viva la patria!- exponía finalmente Bartolo. –Bien, me gusta el final- concluía el presidente. Toda la imagen a ritmo de aplausos, el presidente vociferando lo anterior en un tono más imperativo, demostrando gallardía y la pintura era perfecta. Bartolo se retiraba, debía redactar el discurso castrado, el lenguaje político, el texto limitado.  

J.L. Mejía

2 comentarios:

  1. muy bien Jorge Luis, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia vdd,? ejem!!!

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  2. Cierto, está basado en algo totalmente inventado. Jeje, un saludo.

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